21 de diciembre de 2009

La Naturaleza. Parte I

Por KuerVo

La Naturaleza no selecciona caracteres específicos.



Olvidemos por unos instantes nuestro antropocentrismo. Un león ha salido a cenar una oscura noche y el plato de turno ha sido una cebra. ¿Lo ocurrido ha sido una selección?

¿Qué es seleccionar?

Elegir, escoger a individuos o cosas entre todas las de su especie por considerarlas más adecuadas [1]. Si voy a escoger entre individuos o cosas lo primero que debe primar es un criterio de selección, porque como hemos visto en la definición de seleccionar, se trata de escoger lo más adecuado. Y lo más adecuado lo es en función de los criterios del que selecciona -sin criterios de selección no hay selección-.

¿Quién selecciona?

El selector, en nuestro caso la Naturaleza.

¿Quién es la Naturaleza?

Difícil pregunta. La Naturaleza puede ser cualquier cosa desde la “esencia y propiedad característica de cada ser” hasta el “conjunto, orden y disposición de todo lo que compone el universo” [2]. En fin, la Naturaleza es todo, cada cosa, desde un grano de arena, hasta las plumas de un halcón, una galaxia, o un campo mórfico. Es un todo tan amplio y diverso que darle una identidad única resulta algo arriesgado. Porque si todo es la Naturaleza, ¿puede la Naturaleza seleccionarse a si misma? ¿Seleccionar entre Ella y “quién” más?

Obviemos, de todas formas, la categoría filosófica de esta entidad universal a la que llamamos Naturaleza, y pasemos a otro aspecto, no menos escabroso, sus criterios de selección. ¿En base a qué criterios selecciona la Naturaleza? ¿Cómo decide que individuo o cosa es lo más adecuado?

En nuestra oscura noche, un león ha salido a cenar, y el plato de turno ha sido una cebra. ¿cómo decidió el León comerse a la  Cebra? ¿Cúales eran las otras opciones? De entre todas las cebras, ¿por qué seleccionó el león a 1 en particular?

Es un laberinto de dudas porque es el león que “selecciona”. Él es, en ese instante, la Naturaleza. ¿Cómo hace el león para seleccionar su cena? ¿Se sienta a observar detenidamente el menú hasta encontrar la cebra adecuada? ¿Cuál es la cebra adecuada? ¿La débil? ¿La lenta? ¿La medio cegata? ¿La grande? ¿La pequeña? ¿¡Cuál!?

Por mucho que busquemos en el conjunto de caracteres fenotípicos de una población de cebras, sólo descubriremos que el león no selecciona en funcion de estos, sino, probablemente, en función de la oportunidad.

Sale a cazar, y atrapa lo que esté a su alcance. ¿Es esto cierto? Y si no lo es, ¿cómo podemos determinarlo? Sobretodo después de transcurridos millones de años de “perfeccionamiento adaptativo”, de selección, sea dicho. Porque, en teoría, la evolución sigue los pasos del más hábil.


Referencias

[2] RAE

1 comentario:

  1. Ok. KuerVo, ya te estás poniendo serio. No se si me estoy adelantando, pero quiero apuntalar algunas cosillas.

    El león no selecciona las cebras en función de sus caracteres fenotípicos. Quizás si, pero no se trata de eso. La teoría no se basa en los criterios de selección del león, o de la manada de leones. Lo importante son las probabilidades que tienen uno u otro genotipo de cebra de ser atrapado por un león. Esto es lo que determina, en el largo plazo, cuál genotipo sobrevivirá.

    Afectuoso saludos

    ResponderEliminar